Gente con pasado

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Aquí le preguntas a alguien sobre tu vida o su origen y con frecuencia te llevas grandes sorpresas. Muchas personas tienen unos padres o unos abuelos emigrantes, algunos fugitivos de sitios lejanos, o con oficios sorprendentes. El otro día, en una comida, sale el nombre de una amiga española que vino aquí por amor y ahora se dedica con bastante éxito a hacer documentales. Cuando conoció al que iba a ser su marido, hablando hablando le preguntó a qué se dedicaba su padre, y él le contestó: “Es crítico de parques de atracciones”. Resultó que acompañando a su padre había recorrido y probado gratis la mayor parte de los parques de atracciones de Estados Unidos. Parece que es el crítico más respetado en el país, el más serio, el más concienzudo. Un parque de atracciones que no cuente con su aprobación no tiene porvenir.

Hoy charlo con un editor joven, John King, que está revisando la traducción de Como la sombra que se va, y le pregunto a qué se dedicaba antes de trabajar en la editorial. Me dice que durante dos años se dedicó a la cría de abejas. La curiosidad se me dispara: ¿Las tenía en el campo, en un granja? “No”, me dice, “aquí en Nueva York, en la terraza de mi edificio”. Mueve la cabeza con pena. “Fue un desastre, un fracaso”. Y se ve que no quiere seguir hablando de la cría de abejas, así que volvemos a conversar sobre literatura.